Uno
de los factores más importantes que le dan forma a nuestra vida día a día, es
el ESTADO DE ANIMO que mantenemos la mayor parte del tiempo. No estoy diciendo
que SIEMPRE estemos en un perfecto estado de ánimo, porque es verdad que la vida
tiene también momentos difíciles y que generan una alteración en nuestro
estado, pero digamos que, podríamos procurar educar a nuestra mente para estar
la mayor parte del tiempo, enfocados en situaciones que nos permitan tener una
mejor calidad de emociones.
Casi
en todo momento de nuestra vida estamos tomando DECISIONES, pequeñas, medianas,
grandes o muy grandes. Algunas de ellas por su tamaño son intrascendentes, pero
hay otras que transforman radicalmente tu vida.
Imaginemos
que acabas de recibir una llamada telefónica donde te dicen que ocurrió un problema
serio en la oficina, tú recién llegabas a tu casa y te disponías a descansar.
Esta llamada altera tus planes, tus expectativas y te vienen a la mente una
serie de situaciones complicadas que serán desencadenadas por esta situación,
en ese momento, entra tu hijo en escena y te pide que lo lleves al parque a
jugar. Sin pensarlo le gritas que te deje sólo que no te esté molestando, el
niño nunca espera esa reacción y sale del lugar corriendo y llorando por tu
reacción tan abrupta. ¿Qué ocurrió? Tú nunca tienes en tus planes tratar de
mala manera a tu hijo, pero las circunstancias del momento, evitaron que te
enfocaras en los sentimientos de tu hijo y que estuvieras sumergido en el
problema de tu trabajo. Tu enfoque en el problema provocó que le gritaras a tu
hijo de una mala manera, sin justificación y no resolvió en nada la
problemática.
¿Entendemos
la importancia que tiene controlar nuestro estado de ánimo en el transcurso de
nuestra vida? En este ejemplo, en un caso extremo, ese grito injustificado
podría causar un daño irreversible en la autoestima del menor y sobre todo en
la relación futura entre ambos. Pero si lo pensamos bien, las consecuencias de
un estado de ánimo sin control, pueden marcar el rumbo de una vida llena de
conflictos, frustraciones, desencuentros, relaciones personales fallidas, etc.
Por
eso es tan importante, aprender a controlar nuestros estados de ánimo y
procurar tenerlos, la mayor parte del día en un nivel óptimo. Hay ocasiones en
que se saldrán de control, pero si procuramos que sean lo menos frecuente,
habremos dado un paso importante en el CONTROL DE NUESTRA VIDA.
No
basta decirlo y quedarnos en una simple sugerencia, tenemos que encontrar la
manera de lograr estos estados de ánimo óptimos y aquí vienen unas sugerencias:
·
Sé un ser AGRADECIDO siempre, agradece lo
que has recibido, la salud que tienes, la ayuda que siempre te ha sido
brindada.
·
Asume siempre la responsabilidad de tus actos,
NO culpes a los demás
·
Define tus metas y asegúrate de que cada
acción que haces, esté encaminada a lograr esa meta mayor
·
Trabaja en la actividad que AMAS y te
APASIONA
·
Ajusta tu fisiología muchas veces al día,
¿cómo?:
o
Medita por las mañanas o por las noches
o
Haz ejercicio constantemente
o
Escucha afirmaciones que te llenen de poder
o
Escucha música que ya sabes que te mueve
internamente (tu música preferida)
·
Lee biografías de personas que admires y
modela sus conductas.
· Comprende a la gente, no lo juzgues, mejor
entiende de donde vienen las actitudes que no te gustan en ellos.